Ya he hablado por aquí alguna vez de minimalismo. Y parece que cuando pensamos en reducir, nos centramos sólo en cosas materiales, cuando la verdad es que el minimalismo se extiende a todos los aspectos de la vida.
Pero hoy quiero hablar de la basura digital. Cuando empecé eliminar cosas de mi vida una cosa que hice fue digitalizar documentos y guardarlos en carpetas de Drive o en Evernote. Cosas como manuales de electrodomésticos o incluso de muebles, se pueden encontrar fácilmente en formato pdf, no tiene sentido guardar una copia en papel.
Pero a la vez que hacía esto, me di cuenta de que también estaba experimentando una especie de Diógenes virtual. ¿Y quién no? ¿Quién tiene una carpeta de películas en divx de las que no ha visto ni la mitad? ¿O gigas y gigas de música que no ha escuchado nunca? Por no hablar del caos de fotos de la cámara digital y luego también las del móvil, por supuesto, sin ordenar (sobre esto ya hablaré). Y paro porque me estoy poniendo nerviosa de pensarlo.
Por eso se me ha ocurrido compartir cinco ideas para reducir ese caos que yo estoy llevando a cabo.
5 tips para reducir la basura digital.
1. Cierra pestañas en el navegador.
Normalmente tengo de tres a cuatro ventanas abiertas en Chrome con alrededor de 20 pestañas en cada una. Y las veces en las que por lo que sea, el navegador ha petado (seguramente por saturación) y no he podido recuperar alguna, no la he echado de menos. Las importantes ya sé las que son. Ahora intento no tener más de 10 pestañas abiertas (aunque suelo fallar miserablemente).
2. Borra apps y feeds.
De vez en cuando hago un repaso a las apps que tengo instaladas y a los feeds que sigo. Casi siempre que hago esto, acabo borrando bastantes cosas. Y si se te acumulan las lecturas, no hay que tener miedo a darle al botón de «Mark all as read«. En serio, verás que gustito da verlo todo despejado. No te vas a perder nada realmente importante.
3. Deja de descargar cosas.
El streaming ha llegado para salvar nuestros discos duros. Para la música está Spotify, para series y películas está Netflix. Vaaaaale, no lo tienen todo. Pero si una cosa puntualmente no la encuentras, pues la buscas y ya. Pero sólo eso, no acumulas. Y sí, ya sé que Netflix es de pago, pero es realmente barato y hazte a la idea de que estás pagando por la comodidad, no por el contenido.
4. No guardes imágenes de referencia en carpetas.
Desde que en Pinterest se pueden hacer tableros privados, se ha convertido en una herramienta de trabajo fundamental para mí. Sí, no sirve sólo para ver fotos de tartas y bodas rústicas. Sorprendente.
5. Date de baja de las listas de correo.
Yo soy la primera culpable en apuntarme a todo para que me manden cupones y ofertas y bla, bla, bla. Parece que es inofensivo, porque si no te interesa, lo borras y ya está. Pero al final, te pasas 5 minutos cada mañana borrando emails. Que no parece mucho, pero mira, no me apetece. Poco a poco, yo me estoy borrando de todo. Ahora, además, hay un botón integrado en Gmail para quitar suscripciones, así que ni siquiera hay que buscar el enlace minúsculo de las newsletters.
Si nada de esto funciona, borralo todo y empieza de cero. Ahhhhhh… el Nirvana.